Claves para gestionar de forma eficiente tu dinero
El manejo de las finanzas personales es un tema muy importante. Aprender a gestionar de forma eficiente tu dinero, no tiene por qué ser complicado. Sin embargo, sí requiere cierto nivel de responsabilidad y transparencia con uno mismo. Saber gestionar tus gastos e ingresos, te permitirá tener capacidad de ahorro. No hace falta tener grandes ingresos para poder ahorrar, solo es necesario encontrar un equilibrio entre lo que necesitas y lo que deseas.
A continuación, compartimos contigo algunos consejos para gestionar tu dinero de forma más eficiente.
1. Pregúntate por qué quieres mejorar la administración de tu dinero
Define un objetivo que te motive
Para comenzar es necesario saber por qué quieres mejorar la gestión de tu dinero. Saber con claridad qué es lo que te motiva a ahorrar te puede ayudar a establecer objetivos más concretos.
Tener objetivos claros resulta de mucha ayuda durante el proceso de alcanzar una meta. Tu motivación será lo que te mantendrá perseverante cuando las cosas se pongan difíciles. Cuando vayas a definir tu objetivo de ahorro, trata de que sea específico y realistas. Ponerse objetivos idealistas, te podría desmotivar antes de tiempo.
Pregúntate qué cosas desearías poder conseguir o realizar. Luego, piensa en qué acciones podrías efectuar para conseguir eso que deseas. Esto te ayudará a elaborar un objetivo. Recuerda que debe ser uno realista. Por último, pregúntate si ese objetivo te motiva lo suficiente para ser constante. Ten en cuenta que, tal vez, haya épocas en las que no sea tan fácil ahorrar.
Combina objetivos de ahorro a corto y largo plazo
Una vez que tengas claro cuál es tu objetivo de ahorro, el siguiente paso es diferenciar entre objetivos a corto y largo plazo. Para empezar, puedes elegir pequeñas metas para demostrarte que sí eres capaz de alcanzarlas.
Un objetivo a corto plazo podría ser ahorrar dinero para irte de vacaciones. Esto es específico, realista y lo puedes enmarcar en un lapso de tiempo. Un objetivo a largo plazo podría ser juntar dinero para la inicial para la compra de un departamento. Esto si bien es realista, te tomará más tiempo.
Lo ideal es combinar objetivos de ahorro a corto y largo plazo. Si desde el inicio te pones objetivos muy ambiciosos, podrías abrumarte y tirar la toalla. Cumplir con tus objetivos a corto plazo es como obtener pequeñas victorias. Esto te ayudará a confiar en tu capacidad de ahorro. Así, cuando te plantees objetivos a largo plazo, serán más fáciles de alcanzar.
2. Identifica tus gastos para crear un presupuesto eficiente
Reconoce cuáles son tus gastos
Haz una lista de tus gastos del mes. Uno de los mayores impedimentos para ahorrar es no tener claridad entre nuestros ingresos y gastos. Si tu objetivo es aprender a gestionar de forma eficiente tu dinero, debes tener claro en qué estás gastando.
Realiza durante un mes un seguimiento de los ingresos que recibes y los gastos que realizas. Sé sincero y transparente contigo mismo. La idea de esto es que seas consciente de cada una de tus operaciones. Anótalas en una hoja o un excel. No hace falta una app. Esto te ayudará a tener un panorama más claro de tus finanzas.
Divide los gastos fijos de los variables
Una vez que tengas identificados tus gastos del mes, te toca analizarlos. Esto te permitirá conocer cómo gastas tu dinero. Hay dos tipos de gastos: fijos y variables. Tenerlos identificados, te ayudará a saber sobre qué gastos puedes trabajar.
Los gastos fijos son gastos que tenemos que realizar todos los meses o cada cierto tiempo. Son pagos necesarios e indispensables, que no puedes obviar. Por ejemplo: el pago del alquiler, el seguro médico, el agua, la luz, el teléfono, etc.
Los gastos variables son aquellos pagos que también debes realizar, pero que su periodicidad e importe pueden variar. Por ejemplo: la compra del mercado, comer fuera, ropa y ocio. Este tipo de gastos son los que suelen desbalancear tu presupuesto. A estos gatos variables debes prestarles más atención y manejarlos de forma responsable.
Elimina gastos personales innecesarios
Dentro de estos gastos variables se encuentran los llamados gastos no esenciales o discrecionales. En otras palabras, son gastos innecesarios que podrías reducir. Este tipo de gastos están más relacionados con los deseos que con las necesidades. En el caso de tener que recortar gastos, lo más conveniente es empezar por ellos.
Los gastos discrecionales más comunes son aquellos relacionados con el ocio. Por ejemplo: salidas, cenas, viajes, eventos, etc. También hay otros gastos que se pueden incluir en esta categoría y son los relacionados con tus hobbies. Por ejemplo, actividades deportivas o culturales que aporten a tu salud física, mental y/o emocional.
En la vida, no todo es trabajar, el ser humano necesita hacer alguna actividad que le llene de alegría para poder combatir el estrés. Por ello, debes evaluar qué actividades recreativas son más necesarias que otras. Si te gusta hacer deporte, puedes evaluar entre pagar un gimnasio, salir a correr o entrenar en casa con Youtube.
3. Empieza a ahorrar dinero de forma eficiente según tus ingresos
Una vez que ya sabes qué te motiva a ahorrar, cuál es tu objetivo y cuáles son tus gastos fijos y variables, puedes pasar a definir cuánto quieres ahorrar cada mes. No importa que ganas mucho o poco, lo esencial aquí es descubrir tu capacidad de ahorro.
Conoce la regla de ahorro 50/30/20
Este método es muy sencillo. Cualquier lo puede aplicar, sin importar el nivel de conocimientos financieros que tengas. La regla de ahorro 50/30/20 consiste en organizar tu presupuesto en tres categorías:
- 50% de tus ingresos debería estar destinado a tus necesidades o costes fijos.
- 30% debería estar asignado a poder pagar los gastos relacionados con tus deseos o costes variables.
- 20% de lo que ganas debería ir a tus ahorros.
Puede que separar 20% para tus ahorros te asuste en un inicio. Si quieres, empieza por un porcentaje menor. Lo importante es que te des cuenta de que tus gastos variables no deben exceder el 30%.
Una recomendación es que, cuando recibas tus ingresos, separes el porcentaje que destinas a tus ahorros. Así, tendrás una mejor visión del dinero que puedes gastar para tus actividades del mes.
Ten un plan para casos de emergencias
La crisis sanitaria del COVID-19 nos ha enseñado que las cosas pueden cambiar de un momento a otro. Por eso, tener capacidad de ahorro es vital para poder enfrentar imprevistos. Contar con un presupuesto mensual, te ayuda a guardar dinero en caso de época de vacas flacas.
Esta es otra motivación que te puede servir para ahorrar. Piensa en la importancia de tener un fondo para emergencias. Llegar a fin de mes con el dinero justo en tu cuenta es muy peligroso. Por eso, a la cantidad que ahorras para alcanzar tu objetivo, agrégale un monto extra para emergencias.
4. Aprende a generar dinero extra con tus ahorros
Esta es la mejor parte. Si ya tienes capacidad de ahorro, ahora puedes dar un paso más. ¿Has pensado en cómo sacarle provecho a tu dinero? Hay herramientas financieras que te permiten hacer que tu dinero se incremente. Es decir, vamos a dejar de guardar el dinero debajo del colchón y ponerlo en un lugar más adecuado.
En Perú existen diversos instrumentos de inversión. El objetivo de estas herramientas financieras es que tu dinero aumente. Para poder escoger el que más se adecúa a tu perfil, deberás fijarte en el nivel de riesgo y rentabilidad. Los instrumentos financieros más comunes son:
- Depósitos a plazo fijo
- Fondos de inversión
- Bonos
- Acciones
- Factoring
Si deseas conocer más, puedes leer el siguiente post sobre las opciones para invertir tu dinero.
Por otro lado, si decides poner tu dinero a trabajar, lo ideal será no ponerlo todo en un mismo lugar. En el mundo financiero esto se conoce como diversificar la inversión. De esta forma, reduces ciertos riesgos.
Una recomendación es que tus ahorros los dividas. Una parte la puedes tener en una cuenta normal de la que puedas disponer en caso de urgencia. La otra parte de tus ahorros la puedes colocar en un fondo de inversión o en un depósito a plazo fijo. Este dinero no lo podrás tocar durante determinado tiempo.
Por último, recuerda cuidar tu historial crediticio. Tener deudas no es malo. Lo malo es no cumplir con ellas. Si has pedido algún préstamo o fraccionado una compra, paga siempre a tiempo. Tener un presupuesto mensual te ayuda a identificar los pagos indispensables. Contar con un historial de buen pagador, te permitirá acceder a un préstamo personal, un crédito vehicular o un préstamo hipotecario. Estos consejos clave te ayudarán a gestionar tu dinero de forma más eficiente.